Creo que es de gran importancia destacar que cuando el Dr. Bach nos habla de no permitir que los demás interfieran en nuestros caminos, no nos está diciendo que nos volvamos indiferentes a las personas que nos rodean ni a las situaciones en las que estamos inmersos.
“…mientras nuestra Alma y nuestra personalidad estén en buena armonía, todo es paz y alegría, felicidad y salud.
Cuando nuestras personalidades se desvían del camino trazado por el alma, o bien por nuestros deseos mundanos o por la persuasión de otros, surge el conflicto…”
“Tenemos que aprender sin engañarnos a desarrollar la individualidad según los dictados de nuestra alma,
a no temer a ningún hombre y a ver que nadie interfiere nos disuade de desarrollar nuestra evolución, de cumplir connuestra obligación y de devolver la ayuda a nuestros semejantes, recordando que cuanto más avanzamos, más constituimos una bendición para quienes nos rodean.”
Dr. Edward Bach
El sistema Bach tiene una flor ideal para ayudarnos en este sentido: Walnut. Su acción no nos conducirá a “que no nos importe y no nos afecte nada”.
No permitir la interferencia significa no permitir que nos desvíen del camino marcado por nuestra alma, que lo recorramos, paso a paso, con amor y buena voluntad.
Y dejar claro que es nuestro propio camino, sin obligar a otros a recorrerlo, pero sí esperando respeto por nuestras elecciones.
Walnut nos ayudará a distinguir aquello que proviene de nuestra alma, y aquello que los demás creen que debemos ser o hacer. Nos permitirá poner los límites a los demás sin resentirnos, sin enojarnos, pero sin que nos afecte y con firmeza. Y siempre con alegría y amor hacia los demás, ya que muchas veces sus intenciones no son malas, ni son hacernos sufrir, simplemente ven las cosas de una manera diferente a nosotros.
No permitir las interferencias es tan importante como no interferir con los demás, sobre todo con nuestros propios hijos, brindar nuestro conocimiento y mostrar lo que creemos, guiar, pero no imponer.